miércoles, 26 de octubre de 2016

IVXI

«Ритм труда» ("El ritmo del trabajo"). Nikolai Matorin, hacia 1960 

"Lo fundamental es no impacientarse. Éste es otro consejo que te doy. No te precipites. Aunque las cosas estén tan intrincadas que no sepas cómo salir del paso, no debes desesperarte, no debes perder la paciencia y tirar de un hilo antes de la cuenta. Hay que desenredarlos uno a uno, hay que tomarse todo el tiempo necesario." - Haruki Murakami, Tokio Blues.

Esta magnífica fotografía de Matorin perteneciente a la serie "Un día en la historia" conservada en el The Lumiere Brothers Center for Photography de Moscú, y la cita de Murakami, copiada de Burnedshoes, me parecen una excelente combinación para expresar lo que yo llamo "mi particular cuenta atrás" hacia un momento que, por eleccción propia, he decidido convertirlo en una de esas balizas vitales que para bien o para mal, suponen un punto de inflexión en mi vida.

Es premeditado. Mucho. Y por eso lo asemejo a la finura con que esos dedos hacen vibrar en el silencio del aire los hilos del tiempo. 

Es bueno. Y por lo tanto, efímero. E incluso insignificante para cualquiera de los que leeis estas líneas. Si no lo cuento, no habrá pasado nunca.

Y mientras acaricio esos haces de luz, hago crecer algo que debiera ser nimio: es cuestión de paciencia, concentración y mimo. Desenredo los momentos que van pasando, aliso la inquietud de la espera, hasta convertirla a esta en algo brillante, perpetuo en la memoria de mi futuro.